Siguen los éxitos de la diplomacia saharaui en Latinoamérica a pesar de las injerencias de Marruecos
El embajador saharaui en La Republica Bolivariana de Venezuela, Mbeirik Ahmed, presentó el día 24 de marzo del 2011 en La Paz, capital de Bolivia, al Presidente Evo Morales Ayma, las cartas que lo acreditan como embajador extraordinario y plenipotenciario del Gobierno Saharaui ante el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia.
En el transcurso de la audiencia, el Presidente Evo Morales, reiteró el apoyo de su Gobierno a la lucha del Pueblo Saharaui por preservar su independencia y su soberanía nacional, interesándose igualmente por la violación de los derechos humanos por parte de Marruecos en el Sahara Occidental
Es de recordar que la ceremonia de presentación de credenciales, que tuvo lugar en el Palacio Presidencial, se había iniciado a primeras horas de la mañana con la audiencia que el Ministro de Asuntos Exteriores y Culto de Bolivia señor David Choquehuanca concedió al embajador saharaui, quien le hizo entrega de las copias de estilo.
El acto solemne concluyó con la interpretación de los himnos nacionales de ambos países y los saludos a las banderas.
Es de señalar que el diplomático saharaui, Mbeirik Ahmed, es embajador residente en la Republica Bolivariana de Venezuela y concurrente en Ecuador y Bolivia.
*Fuente: Misión Saharaui para Colombia
Diplomáticos acreditados, Representantes internacionales, miembros de diferentes organizaciones no gubernamentales, congresistas colombianos y personas a favor de la causa saharaui, se hicieron presentes en el recinto de la Comisión Primera de la Cámara -este miércoles 23 de marzo-, con motivo de la celebración del 35 aniversario de la independencia de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y el 26 aniversario de las relaciones bilaterales entre el Estado Saharaui y el Colombiano, quienes acompañaron en el acto central al ministro Para América Latina, El Hash Ahmed; al embajador en misión, Mujtar Leboihi; y a uno de los miembros del Movimiento Solidario con la RASD, Javier Reyes.
En su intervención, el ministro Ahmed, hizo una detallada descripción de la historia y problemática de la RASD. Desde la colonización española y sus consecuencias, hasta las disposiciones que obligaban a España a realizar el referendo para la autodeterminación, pasando por la nefasta entrega del territorio a Mauritania y Marruecos, sin dejar de mencionar y evocando permanentemente la valentía de su pueblo y el débil papel que han desempeñado algunas organizaciones internacionales, comprometidas supuestamente, con los derechos humanos y la libertad del Sahara.
Por su parte, el congresista Navas Talero criticó la posición del embajador de Marruecos, quien se empeñó en impedir que ese acto se llevara a cabo en el Congreso, presionando al presidente del Senado, y llegando incluso a insinuar el rompimiento de relaciones con Colombia.
Por último, el congresista agradeció la invitación hecha por el gobierno saharaui para la celebración de su fiesta independentista y dijo que volvería mil veces más.
Así mismo, el señor embajador Leboihi, agradeció la deferencia de quienes allí se congregaron, rindiendo un sentido y caluroso homenaje a un pueblo que padece una violenta ocupación y resiste vehementemente la vulneración de sus derechos.
El acto, además de conmemorar la independencia, sirvió para recordar y brindarle una distinción a las miles de víctimas de esta infamia; a los cientos de mutilados que han dejado las minas antipersona que cercan el muro de la infamia, y la crueldad de este mismo al separar a familias enteras, privándolas de un derecho fundamental como es el de la libertad.
Finalmente se reconoció la urgente necesidad de exigir la liberación de la República Árabe Saharaui Democrática, así como de solicitar a las organizaciones de derechos humanos, para que se pronuncien sobre el grave problema que ese territorio afronta.
Conviene señalar que la injerencia del embajador marroquí en estos actos provocó la reacción de la honorable Cámara, la cual condenó enérgicamente en un documento oficial la actitud del diplomático marroquí.
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